Un turismo más responsable implica un viajero consciente de su actuación, que quiere disfrutar plenamente su viaje, pero sin dejar una huella negativa a su paso por los lugares que visita.
El viaje de luna de miel es la oportunidad perfecta para empezar a aceptar nuestra responsabilidad como viajeros, contribuir al cambio y marcar la diferencia a través de nuestras elecciones, porque todas las formas de turismo, pueden representar un viaje responsable -o no-, dependiendo de las diferentes prácticas llevadas a cabo.
Se trata de impactar de la menor manera posible el lugar que vamos a visitar compromentiéndonos con nuestro entorno.
La visión del viaje responsable trata de garantizar a las generaciones futuras no solo el disfrute de su lugar habitual de residencia, si no la garantía de que seguirán viajando a esos destinos a los que hoy en día nos encanta viajar.
¿Cómo es un viaje responsable?
Es aquel que vela por el medio ambiente, el respeto y conocimiento de su población, sus costumbres y realidad social. También apoya el desarrollo local, los derechos humanos y la justicia social.
Es una manera de viajar con conciencia de nuestro consumo, y tratando de apoyar la economía local para que de manera sostenible beneficiemos al país, o al destino que nos está abriendo sus puertas.
El turismo responsable es viable económica, social y medioambientalmente a largo plazo. Y la calidad de la experiencia del viajero sale reforzada ganado en autenticidad, conocimiento y apreciación de otras culturas, experimentando la personalidad, el estilo de vida y el carácter auténtico de su destino.
¿Qué medidas puedes adoptar para ser un viajero más responsable? ¡Toma nota de estas tres!
Intenta viajar sin plástico
¿Sabías que cada año se vierten al mar 8 toneladas de plástico y que pueden tardar hasta 500 años en descomponerse? A la hora de viajar, hay muchas cosas que puedes utilizar para evitar el consumo desmedido de plástico desechable como no consumir botellas de agua de un solo uso, ir siempre con una bolsa en la que puedas echar la basura que produces y reciclar. Además a la hora de hacer la maleta toma nota de estas opciones con las que sin lugar a dudas, reducirás tu consumo de plástico.
Infórmate sobre el destino
Adáptate a la cultura local e intenta dejar los prejuicios de lado. Respeta sus usos y costumbres, las normas del lugar y sus creencias, sin imponer tu cultura. Apoya su economía local empezando por los restaurantes o cafés que se visiten. Y si se compran recuerdos, que sean fabricados en la zona, que sean artesanos y, si es posible, tengan trazabilidad. Extraído del «Decálogo del turista responsable de Belén Kaiser».
Calcula, reduce y compensa tus emisiones de CO2
¿Conoces tu impacto en el clima? Para que te hagas una idea, un vuelo de larga distancia puede producir más CO2 por pasajero que el promedio de un motorista medio durante todo un año.
Hay plataformas como ceroco2.org que te permiten calcular la huella de carbono de tu viaje, y luego compensarla aportando una cantidad económica en alguno de los proyectos con los que colaboran. Hay proyectos de reforestación en Colombia y Nicaragua, pequeñas centrales hidroeléctricas en China, conservación de la Amazonia en Perú…
Por ejemplo, un viaje en pareja en avión a Nueva York suponen alrededor de 5706km ida/vuelta que serían 3423.00 Kg de CO2 eq, lo que equivaldría económicamente a unos 27€ / 30€ según el proyecto. Si queremos hacerlo bien hay que calcular también los desplazamientos, el hotel, el consumo eléctrico y de alimentación… La calculadora te va sumando todos estos items y cuando tengas el resultado total lo compensas.
Una de las ventajas que te ofrece la web es que no tienes que estar registrado para realizar la aportación.
Otra plataforma interesante para calcular tu huella de carbono se llama Reforestum. Con ellos también puedes añadir tus fuentes de CO₂ y realizar el cálculo total de manera súper exhaustiva, sin embargo en este caso te proponen compensarlo reforestando. Lo bueno es que tienen varios proyectos en España como el bosque de Calahorra de Boedo en Palencia.
Por ejemplo un viaje en coche a la ciudad del amor (París) desde Madrid en un vehículo Diésel de tamaño medio generaría 375,94kg de CO2. Nos proponen compensarlo económicamente con unos 7€ reforestando una superficie en el bosque de Calahorra de 11,6 m2.
Por último, la web Tree-Nation con sede en Barcelona te propone compensar tu huella plantando árboles. Podrás elegir el proyecto, la especie y el número de árboles que quieres plantar. Según la cantidad que elijas te dicen cuál ha sido el total de CO2 que has compensado. Como inconveniente, no tienen una calculadora de CO2, te ofrecen planes mensuales de compensación estimando que sería necesario que compensaras 9 toneladas para ser neutral.
¿A qué esperas? ¡Pasa a la acción y haz aquello que esté a tu alcance para que el turismo sea una actividad más sostenible!
Fuente: Hanspan.com